Dentro de las fases de recuperación de una lesión de rodilla es importante también el trabajo sobre superficies inestables.
El objetivo es ganar un buen balance muscular, una buena coordinación inter e intra-muscular, propiocepción y estabilidad.
En superficies inestables conseguimos estimular los mecanismos propioceptivos de la articulación. Después de una lesion se pueden ver mermados estos mecanismos, perdiendo estabilidad de la articulación. De esta forma conseguimos que la musculatura trabaje para ganar esa estabilidad.
Podemos empezar a trabajar desde fases muy tempranas de la rehabilitación, en fases ya avanzadas de la readaptación e incluso como método preventivo de lesiones.
La idea es educar a la articulación comprometiendo su estabilidad de forma controlada para que cuando la persona o el deportista vuela a su día a día o a su deporte respectivamente, su cuerpo haya experimentado antes esos estímulos inestables.